jueves, 12 de febrero de 2015

A veces, con tanto Y y tanto CREO me pierdo.




Me gusta la lluvia, su sonido, su frescura.
Me gusta el sol y la calidez que le da a mi cuerpo.
Me gusta la vida o lo que creo que es la vida.

A veces me gustaría saber si de verdad existo; porque existimos, ¿no? A veces me gustaría parar el tiempo y saborearla. Ya sabes, la vida. A veces siento que lo consigo cuando estoy a su lado. Cuando le acaricio, pero cuando lo hago de verdad.  Siento que paro el tiempo y lo paro, y le acaricio y es seda para mi tacto. A veces siento que mi piel no es tan suave como la suya, siento que estoy sucia, que hay algo que no funciona bien en mi interior.

Él dice que soy perfecta.

Yo sigo sintiéndome defectuosa.

A veces me pierdo y hay momentos en los que me cuesta encontrarme. Pero a veces soy yo. Me miro al espejo y soy toda de seda y siento que estoy bien.

Así creo que es la vida o, por lo menos, la mía.

A veces creo que la vida es un sube y baja, a veces solo lo pienso pero no lo creo. A veces creo que debo cambiar. A veces no quiero, quiero luchar.

Pero es una constante lucha y en algunos momentos suena bien eso de dejarse ir. Una vez escuché que eso sería demasiado fácil, supongo que sí.

No encuentro razón a la existencia humana, ni a sus prejuicios, ni a sus tallas, ni a nada que nos rodea. Incluso, ni al tacto de su piel. Pero existimos con todas las consecuencias, ¿no? O eso es lo que creo, o nos hacen creer.

Me repito una y otra vez que hay que saber llevar las cosas, que hay que saber luchar y sudarlo.
Creo que una se siente más sucia cuanto menos suda.

En fin, creo y a veces demasiado.

  ¿Encontraremos nuestras respuestas?